XII

miércoles, 7 de mayo de 2008

Seis días después de Beltane:

No veía el momento de llegar a casa: creo que no me quitaré esta peste a cloaca en siglos. Voy a matar a Nerisen.

En fin, como siempre, me voy por las ramas (como si importara). Empecemos por el principio.

El campamento del Orvallo no ha cambiado nada. Ahora tienen con ellos un draenei. No sé si son una plaga o es que están de moda. Allá ellos.
Llegué al campamento al atardecer: no me gusta volar de día, hay demasiados ojos pendientes de quien va y quien viene, y no quiero enfrentarme a preguntas que no tengo intención de responder.

Elegí el Orvallo porque el personal es militar y no es dado a hablar más de la cuenta. La otra opción hubiera sido Costasur y ya se sabe como son los aldeanos. Además, Tris tan goza de simpatías allí y sus preguntas son las que menos quiero responder. En cualquier caso, salí del Orvallo y cuando cantó el primer cuco ya estaba atravesando Andorhal.

La entrada a Entrañas que me señaló Nerisen no es otra que el desagüe de las cloacas de la antigua Lordaeron: el trazado se ha mantenido y ahora lleva directamente a Entrañas, plaza fuerte de los no-muertos. No me costó nada localizarla: estaba allí donde el rubiales había dicho. Existe una sección que es laberíntica, pero un pasaje amplio y sin pérdida discurre paralelo a las tuberías. Sospecho que entran por ahí con las mantícoras: no imagino a uno de esos bichos esperando pacientemente el ascensor.

El desagüe desembocan al perímetro exterior de las cloacas. Toda Entrañas tiene estructura circular y tiene numerosos puentes y escaleras para pasar de un lado al otro. El centro de la ciudad es el banco, que atienden tres no-muertos y un fantasma azul y semitransparente. Los gigantones radiactivos están apostados en las puertas y los ascensores, de modo que pasar a su lado es arriesgado. También tienen guardias que patrullan y esos tienen buena vista. Tuve arrastrarme por la cloaca durante casi todo el perímetro hasta encontrar lo que llaman el "barrio de los pícaros".




Y allí estaba Nerisen, carcajeándose con las piernas apoyadas en la balaustrada mientras salía del agua, empapada y apestando.

*texto tachado* Por un momento no supe si apuñalarlo o besarle ¿Por qué tiene que ser tan condenadamente sexy?*texto tachado*

Gregory Charles es el maestro de pícaros de los no-muertos. Nerisen me ha dicho que se hacen llamar "renegados" y me ha hablado de su historia. Creo que los sin´dorei y los renegados son aliados potenciales: a ambos se les dio la espalda. Los Sin`dorei tuvieron que enfrentarse a la Plaga solos. Los Renegados fueron humanos y ahora se esconden porque saben que la Alianza los masacrará como hizo con la población de Stratholme durante la guerra. Los lazos que los unen a la Horda son frágiles, una cuestión de conveniencia. Sí, definitivamente convenientes.

Nerisen hizo de intérprete durante el encuentro. Yo puedo hablar Thalassiano, pero el orco se me resiste, y tampoco consigo articular esos sonidos repugnantes que los Renegados tienen por habla. No sé si es una lengua real creada a partir de alguna otra o si sencillamente es la lengua que hablaban cuando estaban vivos, pronunciada con unas cuerdas vocales pútridas y una garganta que ya solo tiene hueso. En cualquier caso, creo que me entienden cuando hablo común, como si recordaran la lengua que fue suya.

Charles tiene dos ayudantes: son Miles Dexter y Carolyn Ward. Parece un hombre razonable, y la mujer parece tener cabeza. Dexter no acaba de gustarme, aunque no entiendo lo que dice (y Nerisen tampoco tradujo todo) es obvio que no le gusta la idea de asociarse con una humana viva.
No había nadie más con ellos, pero estoy convencida de que solo son la punta del iceberg: tiene que haber más.

Ha sido extraño estrechar la mano a Charles, pero el trato está cerrado.

Participarán.

El plan progresa.

Creo que voy a tirarme de la cubierta hasta que no pueda más: no aguanto más el olor de las putas cloacas.

***

Dremneth dio las gracias a comerciante y siguieron caminando. Trisaga, junto a él, asintió.

- ¿Fue entonces cuando la Horda secuestró al Arzobispo Benedictus?

- Entraron en Ventormenta por la fuerza y se llevaron al Arzobispo. - explicó- Tienes que entender que no fue obra de la Horda al completo, si no de una determinada facción de entre sus filas. ¿Sus razones? Las desconozco. Se intentaron todas las vías diplomáticas, pero nadie quería paz. Con aquel acto, la Horda dio a la Alianza la excusa perfecta para romper el Pacto. La Alianza se alzó en armas, incluso las hermandades más pacifistas se rebelaron. De nuevo había guerra...

Liessel, que por su parte y desde las sombras había luchado siempre por la colaboración entre ambas facciones para enfrentarse al enemigo común, que había trabajado incansable por aquella meta, que había recurrido a todos sus contactos y aliados para esto, vio de pronto como todo su trabajo se derrumbaba, como todo lo que había luchado tanto por construir, se desplomaba como un castillo de naipes.

Nunca super de su plan, pero siempre lo temí. - respondió- Y por el modo en que pareció despertar cuando sucedió el secuestro del Arzobispo, comprendí que aquel hecho amenazaba gravemente el plan para superar aquel Mal Muy Mayor. Pasó de estar completamente ebria la mayor parte del día a organizar un grupo de asalto para infiltrarse en Entrañas y tratar de encontrar el modo de rescatar al Arzobispo minimizando todo el daño posible a su plan.

Posiblemente, Tristán y los demás dirigentes de la Alianza pensaron que tenían una herramienta diligente y dócil. Pero no fue hasta que el diario cayó en sus manos que supieron la verdad.

Y mientras tanto, la lucidez había traido a Liessel extrañas certezas...

No hay comentarios: