XXVIII

martes, 10 de agosto de 2010

Querido diario:

Hace ya por lo menos una semana que no escribo, pero es que tenemos que avanzar muy deprisa para llegar a la costa antes de que empiece la temporada de las tormentas, o no habrá barco que nos lleve al otro lado del Mare Magnum. Sugerí que fueramos a Menethil y cogiéramos el Susurro sobre las Aguas, pero Ángel dijo que Lord Tristán rebautizó el barco como "El Sueño de Liessel" y lo usó para trasladar tropas y mercancías a Rasganorte, para la Cruzada. Se me hace raro pensar que ahora soy una sin-techo, aunque en realidad lleve casi un año durmiendo al raso teniendo teóricamente una casa a la que poder volver. Según dice Ángel, todos los bichos están siendo alojados en el criadero del puerto, así que espero que no les falte de nada y pueda recuperarlos cuando todo esto acabe.

Todavía no tenemos claro qué puerto utilizaremos, porque los más conocidos son también los más arriesgados: Ventormenta, Menethil, Costasur... y de los puertos más pequeños apenas salen barcos que no sean pesqueros y estén de vuelta a la caída del sol. Además, que Klui no es fácil de esconder si queremos usar un puerto de la Alianza. Ángel dice que practique los hechizos de invisibilidad que estudié en la Academia para que pueda colarme yo en un puerto de la Horda, puesto que a él y a Klui no les pondrían problemas para embarcar allí, pero desde que Piel Verde me llevó al Nodo, no consigo concentrarme lo suficiente para pronunciar un hechizo y que funcione. La verdad es que me siento como las vacas de la tía Bet en Costasur, cuando se me olvidaba ordeñaralas durante un par de días. Siento la magia acumulándose y no consigo canalizarla. Me da dolor de cabeza.

Me pregunto como estará la tía Bet, y Papá, y Mamá, y Nerissa, y las chicas en la Academia ¿Se acordarán de la tonta niña de pueblo? ¿Se habrán olvidado de mí?

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