Los Hilos del Destino XI

lunes, 26 de octubre de 2009

26 de Octubre:

Elune escucha mis plegarias.

Esta noche, mientras meditaba sobre qué dirección tomar y rogando por una señal, Amnehil me encontró. Mi corazón se llenó de dicha al verle, aunque las razones de nuestro encuentro hayan sido tan oscuras. Y tras nuestra conversación, mi gratitud hacia él no ha hecho más que acrecentarse.

Al contarle el carácter de mi búsqueda, Amnehil entendió de inmediato de qué le hablaba y me habló de algo llamado "la Pesadilla", una corrupción en el Sueño Esmeralda de la cual se desconoce su origen y que, a todas luces, puede ser el origen de la enfermedad de Averil. Al parecer la Pesadilla se desplaza por el Sueño y marchita la tierra a su alrededor, y corrompe a los seres que en ella habitan.

Me habló también de Kaithan, un poderoso druida que duerme frecuentemente el Sueño y que con toda probabilidad pueda hablarme de la Pesadilla con más detalle.

Sabía que Amnehil sería la ayuda que necesitaba, la guía para mi camino. Siento por fin estar sobre la pista correcta y más cerca de la cura para Averil Lumber, quien para mi corazón será siempre Zoe Uscchi, la hija de la otra mitad de mi alma.

Me despedí de Amnehil tras agradecerle de corazón su ayuda y emprendí el camino de inmediato, hacia el norte, siempre hacia el norte. Ahora descanso en el refugio que el Círculo Esmeralda tiene en Frondavil. Antes de que amanezca me pondré de nuevo en camino y espero, si camino a buen paso, alcanzar la frontera boreal del bosque mañana al anochecer.

Desearía que Amnehil estuviera conmigo en esta búsqueda, pero su lugar está en los bosques de Vallefresno y mi corazón no debería ansiar su compañía.

Ahora es hora de descansar, faltan pocas horas para el amanecer y debo dormir.

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