Ecos I

domingo, 2 de mayo de 2010

2 de Mayo, 20:50 (Hora local en Astranaar)

En la posada de Rémol se oyó un grito.

Hester Stanhope se incorporó violentamente sintiendo que le faltaba el aliento (que ya no tenía) y que el corazón le saltaba en la garganta (que tampoco), sintiendo como si acabara de sobrevivir a una catástrofe terrible, sintiéndose morir (aunque ya estuviera muerta). Fuera la luna brillaba, como siempre, sobre el cementerio. Supuso que había tenido una pesadilla (aunque ya no soñara) y que la había olvidado, pero fue incapaz de volver a conciliar el sueño...

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