Ecos II

domingo, 2 de mayo de 2010

2 de Mayo, 20:52 (Hora local en Astranaar)

- ¡Jefa! ¡Jefa!

Niura sujetaba como podía a Imoen que, agarrándose la cabeza con las manos, convulsionaba incontroladamente en el suelo de la trastienda.

- ¡Jefa! Maldita sea ¡¡Daala!!

Se echó sobre Imoen intentando que el peso de su cuerpo la ayudara a evitar que la joven se golpeara con los muebles.

Poco a poco, Imoen dejó de convulsionar y abrió los ojos poco a poco, clavándolos en los de Niura, que suspiró aliviada.

- ¿Estás bien, jefa?
- Creo que sí ¿Qué me ha pasado?
- Dímelo tú. Estábamos hablando tranquilamente y de repente diste un grito tremendo. Te agarraste las sienes y caíste al suelo murmurando “Otra vez no, no podré soportarlo”
- No sé, de repente sentí un vacío en mi interior y las voces…las voces inundaron mi cabeza como cuando…
- ¿Voces? Jefa, ¿seguro que estás bien?

Imoen se levantó del suelo y se sentó en una silla.

- Sí, Niura. Sólo necesito dormir un poco. Los últimos días han sido agotadores. De verdad que estoy bien. Vete a casa, que yo terminaré con esto.

Pero a Niura no se le escapó el hecho de que Imoen no la miraba a los ojos. Aún así, había aprendido a tratar a su jefa y sabía que en ciertos momentos era mejor dejarla sola.

- Está bien, jefa. - suspiró - Nos veremos por la mañana.

Y mientras cerraba la puerta, añadió.

- Vete a dormir, anda.
- Lo haré. Descuida.

Pero no se fue a dormir. Pasó la noche sentada en la silla, agazapada sobre sí misma y presa de una terrible desazón.

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