La búsqueda del Guardián V

miércoles, 26 de mayo de 2010

Diario de una Bellota

26 de Mayo

Querido diario:

Hace muchísimo frío. Es de noche y me he refugiado en una pequeña cabaña vacía que he encontrado en la carretera de camino a las Colinas Pardas. He conseguido encender fuego, pero estoy aterida y las manos me tiemblan del frío que tengo. Me hubiera gustado avanzar algo más, pero Sardinilla tiene problemas para caminar por la nieve y he tenido que llevarla de las riendas durante muchísimo rato.

Salí esta tarde de Hibergarde. Cuando estaba preparando la mochila, Angel apareció de improviso en la posada y estuvo super pesado, y hasta que no le dije lo que iba a hacer, no dejó de insistir. La verdad es que esperaba que me dijera que es una locura, o que soy demasiado pequeña para marcharme sola, pero se portó muy bien, aunque sé que está preocupado por mi.

Me quiere. Todavía.

No lo entiendo, no sé como puedo seguir gustándole con esto en la cara. Además, tampoco se preocupó por ayudar a Bálsamo cuando tuvo que pedir ayuda a los dragones... Admitió que se había enrollado con otra mientras tanto y la verdad, dolió, pero no tanto como había pensado. Supongo que pese a todo, he aprendido a no convertirle en el centro de mi mundo. Raz estaría orgulloso de mí.

Cree que esto es un adiós. Yo no lo había pensado así, y aunque le he dicho que no, la verdad es que puede que sí lo sea. No porque yo no le quiera, sino porque tengo la sensación de que la Bellota que se marchó esta tarde de la posada, puede que no sea la misma si volvemos a encontrarnos. Tal vez no le guste entonces. Tal vez encuentre a otra y esta vez la quiera para más que un par de revolcones.

Madre mía, no me puedo creer que esté escribiendo esto ¡Parezco una libertina o algo así!

En fin, mañana retomaré la carretera a las Colinas, espero alcanzarlas en un par de días, tres a lo sumo.

Seguiré escribiendo, pero ahora tengo mucho frío.

Buenas noches.

No hay comentarios: