Ecos VIII

domingo, 2 de mayo de 2010

Por Shakiziel

La sacerdotisa, estaba en el Templo de la Luna, sumida en una lectura a la cual interesante para ella. Derrepente las voces de las demas sacerdotisas callaron. Incluso la de ella. Sentada en la hierba, se levantó y sin saber por que, se dirigio a la Poza del centro del Templo de la Luna. Miro la estatua y un escalofrio le recorrio el cuerpo. Resopló y volvió al mismo lugar en el que estaba leyendo el libro. Acto seguido cuando "despertó", alzo una ceja y miró la estutua y la poza. Su corazón empezó a latir con fuerza.

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