XLXVI

viernes, 17 de diciembre de 2010


"Por ti. Por ti. Por ti. Por ti. Por ti. Por ti. Por ti. Por ti..."


Las voces se desvanecieron en el sonido del trueno. Oía un zumbido extraño, pero comprendió que era su corazón latiendo desbocado en el pecho. Llovía con tanta intensidad que tenía las plumas totalmente empapadas y le pesaban las alas. Los zarcillos no le permitían desplegar la derecha completamente y su vuelo era bajo, irregular y agotador. Estaba tan cansada... Se poso en la fina rama de un árbol cercano para descansar. Se sentía débil, agotada, y se acurrucó bajo un nudo del tronco para protegerse del azote de la lluvia.

La tormenta traía voces de algún lugar muy lejano.

"¿Qué le has hecho?"


"Suéltame..."

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